Más de 60 años después de ver la luz, los 900 rollos de 2.000 años de antigüedad estarán disponibles en Internet. Google y la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), que conserva los manuscritos, están digitalizando todos y cada uno de los 3.000 fragmentos que componen la versión de textos bíblicos más antigua que se conserva.
"Estamos orgullosos de habernos embarcado en un proyecto que permitirá el acceso ilimitado a unos de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX, crucial para los estudios bíblicos y la historia del judaísmo y el cristianismo primitivo", ha explicado Shuka Dorfman, director de la AAI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario